Poco se sabe de la edificación de la Ermita de la Soledad de Aceuchal ( Badajoz), y cuando fue proclamada patrona del pueblo. Se cree que fue en el 1732, pero el escritor emeritense Bernabé Moreno de Vargas ( escritor emeritense) la menciona en 1633 en uno de sus escritos cuando menciona Aceuchal.
La leyenda que circula por la comarca es la siguiente. Un día , hace muchos , muchos años. un humilde agricultor se dirigía con su azada al hombro a sus tierras que estaban lejos de cualquier círculo urbano. Caminaba pensativo en sus quehaceres laborales cuando divisó a lo lejos un gran toro bravo. Asustado , intentó alejarse de el animal, pero éste lo percibió a pesar de la lejanía. El agricultor corrió buscando un lugar donde esconderse, pero no lo había , ya que todo el campo era de vides y cereal.
Pensando que nada le salvaría de la brutal embestida, se arrodilló y empezó a rezar e implorar a la Virgen de la Soledad, la cual se apiadó de él y tras un gran estruendo surgió delante de él, una gran mata de espinos, la cual, lo protegió de la certera embestida.
Nada más llegar al pueblo, el agricultor , sin aliento y con el susto aún en el cuerpo, se lo lo relató a todos los vecinos. El hecho se divulgó de boca en boca por todo lugar habitado y así empezó la adoración de la virgen de la Soledad.
El campesino, día tras día salía de casa con una garrafa de agua para regar la mata de espino, en agradecimiento a el milagro que salvó su vida.
Desde aquel momento se conoce el lugar como el Alto del Espino, y se podía admirar la gran planta hasta que la contrucción de la carretera entre Almendralejo y Aceuchal se realizó y las posteriores edificaciones empezaron a surgir.
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