En la Plaza del Sol de Almendralejo, la Fuente del Caño ha vuelto a recuperar el agua y, con ella, la leyenda que le da nombre.
Cuenta la tradición que hace muchos muchos años, vivía en el municipio una pareja de jóvenes enamorados formada por una mora y un cristiano.
Pero, como mandan los cánones de la tragedia, este amor no era aceptado por el padre del novio, que puso todos los impedimentos posibles a la relación.
Una noche, los enamorados, cansados de tantos enfrentamientos y esperando poder vivir su amor en libertad, deciden escaparse. Pero el padre del cristiano se entera de la noticia, corre en su búsqueda y, en el lugar donde hoy se alza la fuente, los encuentra.
Ciego de ira intenta matar a la muchacha, pero su hijo se interpone y recibe la fatídica estocada en el corazón. La muerte del hijo no aplaca la rabia del cristiano, que acaba también con la vida de la musulmana.
Cuenta la leyenda que los enamorados fueron enterrados en ese mismo lugar y que su sangre comenzó a manar de tal manera que hubo de construirse una fuente para contenerla. Uno de sus caños recibió el nombre de La Negra en recuerdo de la piel de la joven mora.
Una fuente que ahora, siglos después, ha dejado de manar sangre para manar agua, limpiando así la afrenta del cristiano que antepuso el odio al amor.
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