lunes, 29 de julio de 2019

Visita de la Villa Romana de Torre águila



Hoy comenzamos comentando la gran experiencia que hemos vivido en Barbaño.


Celebrando el IX Festival Romano Amnis Callis en el que se realizaron espectáculos teatrales,con aves, vuelos en globo cautivo y un sin fin de actividades.

Hay que imaginar que el paisaje de la zona donde se asentó la villa en su inicio, era muy diferente al paisaje de regadío que conocemos en la actualidad. Los cultivos predominantes eran los olivos, viñedos y cereales. Era una tierra fértil para la explotación agrícola, ligeramente elevada protegida de las crecidas del rio Guadiana (Annas), muy próxima a dos de las grandes calzadas romanas que unían Mérida con Lisboa, y gozaba de un agradable clima mediterráneo. Quizás por todos estos motivos fue elegido durante siglos por las generaciones de pobladores de Torre Águila. 

El descubrimiento de este yacimiento se produjo de forma casual, al nivelar unos terrenos para instalar el regadío. Según parece, la “falta de sensibilidad” en un primer momento, llevó a la casi total destrucción de las termas de la primera época de la villa. 

Las primeras excavaciones y estudios se llevaron a cabo en el año 1984, a cargo de Dr. Germán Rodríguez. A lo largo de estos años se han descubierto importantes hallazgos sobre la construcción y los habitantes de la villa. Es un referente a nivel mundial para el estudio de las villas romanas. 

El terreno que ocupa la villa es de unos 30.000 m² y actualmente sólo se ha excavado la tercera parte. Seguro que cuando se realicen nuevos trabajos y estudios de la villa, nos van a sorprender con interesantes y sorprendentes hallazgos, que nos ofrecerán nuevos datos para conocer más sobre nuestra historia. En palabras de Dr. Germán Rodríguez, “Lo mejor de Torre Águila está aún por llegar”. 

Por las investigaciones realizadas hasta la fecha sobre los restos encontrados, se han localizado numerosas construcciones domésticas, industriales y religiosas. Es un yacimiento que ha estado poblado durante varios siglos por diferentes culturas (siglos I a VIII d.C.), pudiendo establecer que la villa pasa por tres fases fundamentales: 

Torre Águila en la primera fase (siglo I y II d.C.)
Se piensa que entre sus primeros moradores se encuentra una familia italiana, que edificó una vivienda con exquisito gusto por los materiales decorativos, de los que se han encontrado elementos de una vajilla de procedencia nord-itálica. De esta fase se conservan pocas estancias, pero destaca una habitación subterránea con funciones de bodega o granero, a la que se supone que se accedía con una escalera de madera. Los muros levantados a base de bloques de caliza, evita la presencia de insectos y roedores. 
Torre Águila en la segunda fase (siglo II a III d. C.) 
Sus moradores hicieron grandes reformas en la vivienda, edificando una gran villa rústica. Los restos dedicados a la transformación oleícola y vinícola dejan al descubierto uno de los lagares y almazara más completos de la Hispania romana, permitiendo hacernos una clara idea del proceso de prensado, decantación y depósito del producto. También es destacable el complejo termal, tan importante en la vida romana, con hipocaustum (sistema de calefacción del suelo), caldarium (agua caliente), tepidarium (agua templada) y laconium (baño de vapor). La “Joya del yacimiento” es una habitación estival que se conserva completa de forma excepcional, con todo el techo. Es una habitación subterránea (triclinium) utilizada para mitigar los calores del verano. En la parte superior se sitúa un pequeño ventanuco de forma semicircular, que ilumina la estancia. Los estrechos peldaños de las escaleras obligaban a bajar y subir de lado. 
Torre Águila en la tercera fase (siglo IV d.C.)
Tras un proceso de total abandono, la villa vuelve a resurgir con la estructura de una villa más monumental, demostrando el poderío del propietario con una casa suntuosa. De esta etapa destaca la sala octogonal y el conjunto termal, con un gran apoditerium (vestidor), un imponente hipocaustum (calefacción por el suelo), caldarium (agua caliente), frigidarium (agua fría) y posible tepidarium (agua templada).En esta etapa, se construye un edificio con funciones religiosas y en sus alrededores surgirá una importante necrópolis, que en siglos posteriores (s. VII y VIII) llegó a ocupar gran parte de la villa que estaba ya en ruinas. 
Desde el descubrimiento han aparecido unas 11.000 piezas de uso variado, herramientas agrarias, lucernas, vajillas, platos, elementos de adorno, agujas, envases para ungüentos y perfumes… La mayoría están en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz y algunas en el Museo de Arte Romano de Mérida (Badajoz). Algunas de esta piezas son: 

Fíbula Aquiliforme 

Es una fíbula preciosa, de forma estilizada, realizada en bronce dorado, de 9,5 cm de largo y 3 de ancho. Las fíbulas son piezas de adorno y prestigio personal, que se usaban de forma simétrica en los hombros o en la zona del cinturón como hebillas. Está incompleta, le falta el ala derecha. El pico es muy curvado, el ojo está formado por una pasta vítrea de color azul. Tiene un escudo central abombado en forma de almendra. Es un magnífico trabajo de orfebrería visigoda, del tipo “cloisonné” (S VI d.C.). De este tipo sólo existen 6 en todo el mundo.
Fibula aquiliforme. Villa Torre Águila

Máscara de bronce 
Datada en el siglo II, se encuentra un aplique de fuente realizado en bronce, que representa una máscara teatral trágica, y que constituía el surtidor de la fuente, posiblemente adosada a una pared. El agua salía por el orificio de la boca. Actualmente se encuentra en el Museo de Arte Romano de Mérida (Badajoz).
Máscara teatral de bronce.
Fuente en la Villa Romana de Torre Águila


Mosaicos 
Las sucesivas reformas que ha sufrido la villa, ha favorecido el deterioro y la poca existencia de mosaicos, pero se piensa que en esta etapa existieron habitáculos con ricos suelos policromos. Hasta la fecha sólo se ha hallado un mosaico que se preserva bajo tierra. Se trata de un diseño geométrico con motivos florales y círculos concéntricos. 

Mosaico VillaTorre Águila (Foto: Asoc.Amigos Torre Águila)

Miliario 
Se ha encontrado un Miliario de época de Constantino, que conserva parte de una inscripción alusiva a Magnecio, uno de los usurpadores del Bajo Imperio (350-353 d.C.). 

Miliario. Villa Torre Águila 

Lápidas de MAXSOMMA y DVLCISVS
La zona al noreste del peristilo se utilizó como necrópolis, con distintas estructuras de enterramientos de inhumación, de las distintas etapas. La edad media de vida era de 35-38 años de las mujeres y 37-39 de los varones. Los de mayor edad encontrados son Maxsomma y Dulcisus, con 81 y 93 años respectivamente. En sus lápidas de mármol se puede leer una inscripción, donde aparecen tres nombre propios. Maxsoomma y Dulcisus podrían ser matrimonio, y Epundius el dedicante de la inscripción. Actualmente se encuentra en las dependencias del Ayuntamiento de Montijo (Badajoz).

Tras la Reconquista, los posteriores moradores, entre las ruinas de los llamados “Paredones de la Torre del Águila”, encontraron una virgen morena, la Virgen de Barbaño (Bar= hija y Anna=rio Guadiana), la imagen se le encontraba un pastor de la zona y la llevaba siempre hacia montijo por tres veces y la imagen volvia al mismo lugar encontrado por ese motivo decidieron realizar la ermina con la imagen.

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